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Caracas, Venezuela
ESTADÍSTICO UCV, Productora Nacional Independiente. Tesista en Gobierno y Política Pública.

jueves, 23 de mayo de 2013

Venezuela: crisis imperial, extractivismo y resistencia contra la militarización


Crisis Imperial 

Los EEUU son los mayores deudores del planeta, su estructura económica es deficitaria. Documentos realizados por el Pentágono sobre la expansión imperial (2025-2030), señalan que EEUU no volverá a disfrutar de la supremacía que tuvo durante la mitad del siglo XX. Prueba de esto es la pérdida de control sobre su patio trasero –discurso colonizador– o vecino revoltoso. 



Los EEUU no ha reconocido la victoria de Nicolás Maduro presidente legítimamente electo el pasado 14 de abril. Recientemente Obama aseveró en su gira por México que el "único interés" de los Estados Unidos es “asegurarnos de que los venezolanos son capaces de escoger su propio destino”. Después de la partida física del Comandante Hugo Chávez Frías, líder de la Revolución Bolivariana, el Imperio ha redoblado su presión sobre Venezuela con el objetivo de acabar con Revolución Bolivariana.

Actualmente se encuentra en marcha un Golpe de Estado "suave" tutelado por el poder Imperial, que hoy ataca la economía venezolana. Acaparando los productos de la cesta básica con el propósito de generar desestabilización, escases, especulación e inflación. Tal como ocurrió en los años 70 con la economía Chilena,  donde el Imperio prometió hacer chillar y gritar, la misma.
Paralelamente se agrede y difama sistemáticamente a las políticas sociales impulsadas por la Revolución, así como a líderes del proceso. 

 Extractivismo
El Imperio ha tenido acceso irrestricto –apropiándose- por más de un siglo de  nuestros recursos naturales y explotándolos como materias primas para los mercados globales. Práctica que sumergió al 21% de la población en la miseria y al 58% en la pobreza (1998-1999), promoviendo el proceso de acumulación por desposesión, y convirtiendo a Venezuela -país con las mayores reservas de petróleo certificadas del planeta- en un país con un modelo económico neoliberal, rentista petrolero, y subordinado al orden imperial.


Afortunadamente desde la llegada de la Revolución, tal como lo establece la Constitución (CRBV): “nuestros recursos naturales son de bienes dominio público, por tanto inalienable e imprescriptible” con el objetivo de garantizar su uso de forma soberana –libertad de explotación, administración y uso -para la satisfacción de las necesidades internas y en función de los intereses de la nación.
Esta situación representa un grave problema para el orden Imperial, ya que necesita de nuestros recursos naturales para mitigar los efectos de la crisis estructural del sistema neoliberal y permanecer como potencia hegemónica en el mundo.

Resistencia contra la militarización
Durante el 2012 los EEUU destino más de la mitad de su presupuesto anual al gasto militar, superando el billón de dólares –presupuesto más alto de la historia, cuya sumatoria supera al gasto militar de todos los países juntos– con el objetivo de consolidar su estrategia hegemónica. 

El diario Digital Tom’s Dispatch señalaba a comienzos del 2011, la existencia de 1.180 bases militares en el mundo, 76 de ellas se encuentran en América Latina. Venezuela está rodeada debido a la ampliación del Plan Colombia y sus siete bases, por el norte del Mar Caribe con las bases de Aruba y Curazao, por el noreste con la Guyana Francesa –instalaciones de la OTAN con tecnología de punta–, asimismo tenemos las bases de Guantánamo en Cuba, Puerto Rico y la IV Flota. 

Nuestra (CRBV) establece que: “El Espacio Venezolano es una zona de Paz. No se podrán establecer bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias”. Nuestro poderío militar es defensivo y disuasivo sin pretensiones imperiales. 

 Venezuela, es calificada por el Imperio, como un país del eje del mal. Por lo tanto es un objetivo militar. Ante esta situación debemos denunciar y deslindarnos de los mecanismos internacionales de dominación –Sistema Interamericano de Defensa–, así como establecer alianzas necesarias con países no alineados para neutralizar las acciones del Imperio, tal como lo establece nuestro Plan de la Nación Simón Bolívar 2013-2019.