Desde finales de los años cincuenta existe un único modelo que domina a todos los países del mundo es “el sistema capitalista “. Actualmente el mundo moderno está compuesto por sociedades capitalistas que se relacionan entre sí, teniendo como base fundamental la propiedad privada, como finalidad maximizar la ganancia mediante la explotación económica de los trabajadores, produciendo como consecuencia la dominación política ejercida por una elite de explotadores, la discriminación social de la grandes mayorías, la represión, la violencia armada contra las grandes masas y finalmente la alienación humana. “Es decir que el sistema capitalista solo reproduce la desigualdad para el disfrute y el afianzamiento de una elite que domina al mundo desde hace más de medio siglo” bajo el sistema capitalista liberal.
“La estadística constituye una herramienta indispensable del sistema capitalista”. En este sentido tenemos que la estadística es una ciencia inexacta con base matemática que estudia los conjuntos numéricos y sus relaciones. La estadística tiene por objeto el agrupamiento metodológico, la medición, el análisis e interpretación de los datos en un espacio determinado de tiempo en el que se pretendan cuantificar algún suceso de orden social tomando en cuenta la incidencia de fenómenos aleatorios.
“La estructura económica, social y política en la cual se sostiene el sistema capitalista utiliza a la estadística como su brazo armado” ya que a través de la estadística se establecen las directrices, definiciones de métodos estándares para las instituciones públicas y privadas a nivel nacional e internacional. En este sentido es la responsable de generar datos referentes al sector económico, demográfico, social y medio-ambiental. Dichas instituciones hacen posible la construcción de una plataforma internacional que mide el desarrollo de todas las naciones del mundo mediante un indicador globalizado que contempla múltiples variables como lo es el Producto Interno Bruto. En este sentido cabe destacar que el (PIB) es la suma de todos los bienes y servicios resultantes de la actividad económica de una nación, bien sea por los residentes y no residentes durante un periodo dado. “Ciertamente medir los niveles de desarrollo es bastante complejo sino imposible de realizar solo en términos cuantitativos”.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), el Fondo monetario Internacional y el Banco Mundial son los principales organismos internacionales que respondiendo a políticas neoliberales, tienen el objetivo de generar una cohesión ideológica de las sociedades a través de la imposición de “un modelo capitalista donde se utilice la estadística como la herramienta que mida el desarrollo de las naciones” es decir, cuantificar las formas concretas que nos permiten decir si avanzamos, hacia donde avanzamos y cuanto avanzamos. Este modelo estandariza la naturaleza y las características particulares de cada nación como: las históricas, económicas, sociales, culturales, ambientales, demográficas y políticas. Pretendiendo así aplicar las mismas políticas y prescripciones económicas para medir el desarrollo de cualquier nación.
Este “modelo capitalista evidencia la desigualdad social” donde el incremento de la pobreza mundial y el aumento de la riqueza no son procesos inversamente proporcionales, al contrario se retroalimentan a nivel de causa y efecto, es decir que a medida que crece la riqueza de los ricos también crece la pobreza de los pobres. Actualmente la población humana asciende a 6.866 millones de habitantes donde más del 80% de la población se encuentra en situación de pobreza y al mismo tiempo las fortunas personales de los "más ricos" duplican el PBI mundial.
En Venezuela estamos viviendo un proceso de transición que va de "la crisis estructural ocasionada por el sistema capitalista y el modelo rentista petrolero a la transformación de la base productiva del país" buscando una mayor democratización del poder económico para la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población, el desarrollo del modelo productivo a nivel colectivo, la diversificación económica y así finalmente garantizar producción autónoma del país. En este proceso de transición se evidencia la necesidad urgente de hacer una revisión ideológica de fondo de la estadística y transformar toda la base económica de la nación. Como dijo Marx en “Crítica a la economía política” al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa supra estructura erigida sobre ella. En este sentido primero debemos garantizar la revolución política para luego consolidar la revolución económica y la transformación de toda esa supra estructura donde la estadística juega un papel fundamental, ya que empleándola bajo “el nuevo modelo social, productivo, humanista y endógeno” planteado en nuestro Proyecto Nacional Simón Bolívar. En esta medida sería posible con la creación de nuevos indicadores con los cuales podríamos medir varios aspectos de importancia estratégica para el proceso revolucionario, tales como: el impacto positivo de las misiones en la sociedad venezolana, el desarrollo en cuanto a niveles de organización social, el progreso del nuevo modelo productivo de la nación no en términos macroeconómicos sino con una visión humana pensando en el bienestar social de las grandes mayorías, los avances en materia energética, el crecimiento demográfico, el desarrollo científico, la creación de mecanismos y herramientas para el control de gestión el desarrollo territorial bajo el enfoque geoestratégico establecido en el plan de la nación, entre otros aspectos que solo toma en cuenta el “modelo socialista que estamos construyendo”.
Como lo sostiene Mészáros “el sistema capitalista ha entrado en una crisis estructural y por tanto se dan las condiciones objetivas para pasar a una ofensiva por parte de la estrategia socialista” por tal motivo es necesario avanzar rápido en la transformación del sistema estadístico nacional, en la revisión ideológica de fondo en los pensum curriculares de nuestras universidades en cuanto a estadística se refiere y sobre todo debemos crear nuestros propio sistema de medición, para a través de nuevos indicadores determinar el impacto positivo en las mejoras de calidad de vida en la sociedad venezolana producto de las políticas sociales promovidas el gobierno revolucionario. “Ya basta que el modelo capitalista nos imponga el criterio de cómo medir el desarrollo nuestras las naciones”